El director Ted Evans presenta su primer largometraje, “Retreat”, un drama que examina una comunidad sorda aislada llamada Chilmark, cuyos miembros rechazan el término “sordo” y construyen su propia identidad cultural. La historia sigue a Matt (James Joseph Boyle), cuya vida tranquila en el enclave se ve alterada cuando una misteriosa forastera (Anne Zander) lo obliga a confrontar las verdades ocultas bajo la superficie de Chilmark. La película se proyectará en el TIFF a partir del 6 de septiembre.
Evans, quien es sordo y utiliza tanto el lenguaje de señas británico como inglés hablado, diseñó un dialecto de señas exclusivo para Chilmark, integrando elementos de BSL, ASL y DGS (alemán). Cada gesto tiene significado y se creó un glosario detallado para la película, reforzando la sensación de un culto aislado y mostrando cómo la comunicación puede ir más allá del lenguaje convencional. “Lo que une a una comunidad a menudo trasciende la lengua; ese vínculo silencioso es precioso”, explicó Evans a Variety.
El director se inspiró en documentales y películas sobre cultos, como “The Master” y “Martha Marcy May Marlene”, así como en su propia experiencia en internados para niños sordos en Brighton, donde pasó siete años aislado del mundo exterior. Evans vio en este contexto una oportunidad para explorar la construcción de la identidad dentro de un entorno cerrado, combinando realismo cultural con tensión dramática.
En cuanto a la representación de actores sordos, Evans destacó que aunque las oportunidades están mejorando, todavía son limitadas y dependen de guiones que ofrezcan historias más allá de la sordera.