Se estrenó en el 39° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata el documental de la vida y obra de Mauricio Wainrot, Wainrot, tras bambalinas, destacado coreógrafo argentino con una gran trayectoria internacional. El documental explora el universo artístico de su protagonista y busca capturar la esencia de su obra.
Este proyecto requirió más de cuatro años de trabajo, según la directora, debido a los imprevistos que surgieron en el proceso, incluidos algunos problemas de salud que enfrentó Mauricio.
Las entrevistas, junto con imágenes tanto de archivo como recientes, permiten comprender cómo la vida personal y la carrera profesional de Mauricio siempre estuvieron profundamente conectadas. “No partí de un guion preestablecido para el documental. El hilo de la historia fue surgiendo a medida que veía, dejaba ir, volvía y pensaba qué faltaba”, comentó Constantini (Felicitas, 2009) en una entrevista reciente. “Al principio sigo mi intuición hacia la persona y luego empiezo a filmar, mientras voy recopilando material”.
Además, añadió: “No sabía nada sobre su historia. Ni de su origen ni del hecho de que sus padres polacos, inmigrantes, nunca regresaron a Polonia. En la guerra, ellos fueron los únicos de su familia que sobrevivieron”.
Mauricio nació en un conventillo y nunca conoció la Varsovia de sus padres. “De repente, cuando comenzamos a filmar, lo invitan a Gdansk, la ciudad en el norte de Polonia donde comenzó la Segunda Guerra Mundial. Le sugerí que, entre las tres obras que iba a realizar, hiciera la puesta sobre Ana Frank en Varsovia para poder filmarlo allí. Aunque no pude viajar, un equipo de producción de un amigo cercano grabó ese material”, comentó la directora.