El documental This Is Not a Drill, que se estrena en el Festival de Cine de Telluride, sigue a tres figuras extraordinarias que desafían a la poderosa industria del petróleo y gas desde la base comunitaria. Entre ellos destaca Justin J. Pearson, joven legislador de Tennessee, quien tras ser expulsado de la Cámara estatal por un reclamo sobre control de armas, ahora lidera una lucha ambiental contra un polémico oleoducto que amenazaba barrios afroamericanos vulnerables de Memphis. “Las empresas de oleoductos generalmente ganan. Las comunidades suelen ser atropelladas”, afirma Pearson en el filme.
Dirigido por Oren Jacoby, nominado al Oscar, el documental también sigue a Rosishetta Ozane, madre de seis hijos de Luisiana que convierte la pérdida personal en activismo político, y a Sharon Wilson, ex empleada del sector petrolero que utiliza cámaras infrarrojas para denunciar fugas de metano ocultas en Texas. La película muestra cómo estas tres personas comunes se enfrentan a corporaciones que, durante décadas, han ocultado los impactos de sus operaciones sobre el medio ambiente.
El filme destaca la formación de alianzas inusuales, incluyendo descendientes de John D. Rockefeller que se han vuelto contra el imperio petrolero de su familia para revelar lo que llaman el “Gran Engaño” de Big Oil. Con acceso privilegiado, This Is Not a Drill combina valentía, traición y victorias comunitarias, demostrando que las voces más pequeñas pueden desafiar a los gigantes de la industria y generar cambios significativos.
Jacoby, cuya trayectoria incluye On Broadway y My Italian Secret: The Forgotten Heroes, afirma que el documental es un reflejo de la urgencia actual frente a los desastres climáticos: “Estos son tiempos aterradores para muchos. Pero los personajes de nuestro film me dan esperanza y muestran cómo actuar puede marcar la diferencia. Telluride es el lugar perfecto para presentar esta historia”.