El cineasta chino Guan Tian presentó su ópera prima The Daughter en el Asian Project Market del Festival de Busan, acompañado de la productora Vivian Bao. El proyecto, coproducido por China, Hong Kong, Taiwán y Francia, combina elementos de terror psicológico y realismo mágico para abordar un tema poco explorado en el cine: el trauma reproductivo intergeneracional. Inspirado en la experiencia de su madre y su abuela, Guan construye una historia que indaga en la herencia emocional transmitida entre mujeres de distintas generaciones.
La trama gira en torno a Gui, una adolescente de 16 años obligada a quedar embarazada porque su madre, Yishui, es infértil. Sin embargo, el embarazo desencadena la aparición de un espíritu maligno que refleja el dolor más profundo de Yishui. A medida que se multiplican los sucesos extraños, las mujeres embarazadas del pueblo son forzadas a abortar, mientras Gui descubre un inquietante lazo con la entidad sobrenatural. “El espíritu maligno encarna el trauma reproductivo intergeneracional. Estos conflictos no son exclusivos de China, resuenan en toda Asia y más allá”, explicó Guan, subrayando que la cinta explora cómo la tradición y la política invaden los cuerpos femeninos.
La productora Vivian Bao, colaboradora habitual de Guan, destacó que tanto The Daughter como los cortos previos del director fusionan mitología y lo sobrenatural sin perder realismo. Para Bao, el núcleo del filme es la lucha de las mujeres frente a la presión social por concebir y la pérdida de autonomía sobre sus cuerpos. “El hilo conductor es la erosión de la autonomía femenina”, afirmó. Por eso, el equipo busca socios financieros y coproductores que comprendan no solo el contexto histórico, sino que también tengan sensibilidad hacia las luchas de género.
Con un presupuesto de 1 millón de dólares, el proyecto se encuentra en etapa de financiación y planea iniciar rodaje en junio de 2026. Los productores exploran locaciones en Sudeste Asiático con paisajes selváticos que aporten el aire de realismo mágico buscado. Junto a Bao, también participan en la producción Ding Ningyuan, Patrick Mao Huang y Alexa Rivero, consolidando un equipo internacional que apuesta por llevar a la gran pantalla una historia intensa, poética y con gran carga simbólica sobre el peso del legado familiar y el dolor heredado.