El director Oren Jacoby presentó en el Festival de Cine de Telluride 2025 su nuevo documental This Is Not A Drill, una obra que expone la lucha de comunidades afectadas por el cambio climático frente al poder de las grandes petroleras. La cinta sigue a tres líderes de base que, junto a descendientes de la familia Rockefeller, deciden enfrentar a gigantes como ExxonMobil, a los que acusan de décadas de engaños y encubrimientos sobre los impactos ambientales de los combustibles fósiles.
Entre los protagonistas se encuentra Justin J. Pearson, quien lidera una coalición multirracial para detener un oleoducto en Memphis; Roishetta Ozane, madre de seis hijos en Luisiana, que transformó sus pérdidas por devastadores huracanes en acción política; y Sharon Wilson, una ex trabajadora del sector convertida en “cazadora de metano”, capaz de revelar con cámaras infrarrojas las emisiones invisibles y letales que se desprenden de pozos y tuberías en Texas. Cada historia refleja la resistencia local frente a un problema global.
El filme también cuenta con la participación de herederos rebeldes de los Rockefeller, quienes han roto con la herencia petrolera de su apellido para apoyar públicamente esta causa. Con su respaldo, el documental señala el llamado “Big Con” de la industria: duplicar las inversiones en combustibles fósiles mientras proyecta una imagen de sostenibilidad. Para Jacoby, la obra es una advertencia clara: cuando las instituciones democráticas fallan y la regulación se debilita, el beneficio corporativo pone en riesgo el bien común.
Rodado entre 2021 y 2025, This Is Not A Drill no se centra en un solo caso legal, sino en un patrón sistémico de engaño. Aunque el equipo enfrentó hostigamiento en carreteras cercanas a instalaciones energéticas, Jacoby asegura que la película transmite esperanza, mostrando que la lucha no está perdida. Más allá de la denuncia, el documental busca inspirar acción, demostrando que comunidades unidas pueden desafiar a las corporaciones más poderosas del mundo.