Luego de llevar al cine la novela de Adolfo Bioy Casares, Dormir al sol, Alejandro Chomski se sumerge en un desafío que parecía imposible: adaptar El país de las últimas cosas, la novela de ciencia ficción que Paul Auster publicó en 1987, a la pantalla grande. Chomski conoció al escritor estadounidense hace 17 años, cuando el cineasta le transmitió el deseo de convertir su libro en una película. Ambos tuvieron la misma idea: situar la historia en Argentina. Pasaron más de 15 años de esa conversación, pero la imagen se mantuvo intacta. Así, Anne Blume iniciaría su búsqueda y encuentro de heridas en otro espacio, pero bajo la misma atmósfera distópica. Filmada en blanco y negro, El país de las últimas cosas es el resultado del intercambio entre el cineasta argentino y el autor, que trabajaron juntos en el guion.
SINOPSIS
Anna, viaja a una ciudad devastada que una vez fue una metrópolis próspera para encontrar a su hermano desaparecido. En el transcurso de la búsqueda, conocerá y se enamorará de Sam, un periodista extranjero que busca salvar la mayor cantidad de información de la cultura del lugar. En medio de este desolado y caótico lugar, la búsqueda incansable de estas dos personas probará que aún, en las peores circunstancias, el amor es posible.