Twickenham Film Studios, uno de los íconos históricos del cine británico, se ha convertido en el epicentro de una nueva era tecnológica. Bajo la dirección de Sunny Vohra, el estudio de 113 años da un salto hacia el futuro con una instalación de producción virtual impulsada por Samsung, la primera de gran escala en el Reino Unido y la tercera en el mundo. Este innovador escenario, ubicado en el Stage 3, cuenta con una pared LED de 24×4,5 metros, un techo de 105 m² y sistemas móviles de pantallas y grúas robotizadas. Para Vohra, el cambio no contradice la tradición: “Este negocio siempre ha sido sobre contar historias. Lo único que cambia es la tecnología que usamos para hacerlo”.
La apuesta llega en un momento clave para la industria, que busca nuevas formas de competir tras la crisis provocada por la pandemia y las huelgas de Hollywood. Superna Sethi, directora general de Twickenham, lo considera un movimiento estratégico: “Necesitábamos una ventaja competitiva. Hay mucha competencia allá afuera y esta tecnología nos da ese diferencial”. Con el apoyo de Quite Brilliant, expertos en producción virtual, y la potencia tecnológica de Samsung, el estudio londinense se posiciona como referente en innovación audiovisual y sostenibilidad. Además de reducir costos y tiempos de rodaje, la instalación promete recortar la huella de carbono hasta en un 90% frente a los métodos tradicionales.
El equipo detrás del proyecto destaca la calidad visual y flexibilidad de esta nueva infraestructura. Russ Shaw, fundador de Quite Brilliant, subraya el avance técnico: “Este sistema ofrece una relación de contraste de 35.000 a 1, muy por encima del promedio del mercado”. Gracias a su diseño con pantallas integradas en el suelo y una plataforma giratoria automatizada, los rodajes ganan en realismo y eficiencia. Las ventajas se extienden desde la iluminación basada en imagen (IBL) hasta la posibilidad de modificar escenas en segundos, sin necesidad de reconstruir sets físicos. Según Vohra, un día de filmación que antes podía costar £75.000 ahora puede realizarse por £25.000, lo que representa un ahorro sustancial para las producciones.
La innovación no se limita al hardware: la inteligencia artificial ya juega un papel central en la creación de contenido. Shaw explica que su equipo ha producido entornos generados por IA “en tiempo real durante el rodaje”, mientras que Steve Robertson de Samsung apunta: “Estamos listos para la IA; solo esperamos que la inteligencia artificial alcance la tecnología que ya tenemos”. Con esta alianza entre tradición cinematográfica, ingeniería de vanguardia y creatividad digital, Twickenham Film Studios se consolida como un referente mundial en producción virtual, demostrando que el futuro del cine ya se está filmando —y ocurre dentro de sus paredes.