El icónico director alemán Werner Herzog, conocido por obras maestras como Fitzcarraldo, Aguirre, la cólera de Dios y Grizzly Man, compartió consejos poco convencionales para cineastas emergentes durante una masterclass en el Festival de Cine de Venecia. Según Herzog, hacer cine requiere “saber cómo falsificar un permiso de filmación en un país con dictadura militar, cómo forzar cerraduras. Para hacer películas hay que ser un criminal borderline. Si no tienes eso en ti, ni pienses en empezar a ser cineasta”.
El veterano de 82 años enfatizó también la importancia de la lectura y la versatilidad: “Lean muchos libros”, señaló, y aclaró que él mismo solo ve cinco o seis películas al año. Además, Herzog aconsejó no obsesionarse con un proyecto específico, recordando un guion no realizado sobre la conquista española de México que él y Francis Ford Coppola desarrollaron en los 90 y que jamás se financió. “En lugar de insistir durante veinte años por un proyecto, hice 28 películas y escribí siete libros”, afirmó.
Herzog también reflexionó sobre las limitaciones de la industria: “El cine independiente no existe. Dependes de sistemas de producción, distribución y permisos”. Sin embargo, animó a los cineastas a encontrar independencia dentro de lo posible: “Haz algo de dinero de alguna manera, pero no robes un banco, porque es contraproducente. Normalmente te atrapan”. Este año, el director presenta en Venecia su documental Ghost Elephants, sobre la búsqueda de una manada de elefantes en Angola, y trabaja en su próxima película, Bucking Fastard, con Kate y Rooney Mara.
Además, Herzog desarrolla un filme animado basado en su novela The Twilight World y prestará su voz para un proyecto de Bong Joon Ho sobre criaturas marinas profundas. “Nunca dejo de trabajar y siempre tengo más de un proyecto en mente. Pero si hay demasiado, no puedo seguirlo todo; sigo lo que me llega con mayor urgencia”, concluyó el maestro alemán, ofreciendo una visión apasionada y audaz sobre la vida de un cineasta.