Tras casi 15 años desde su estreno en la cadena británica ITV, Downton Abbey llega a su conclusión definitiva con Downton Abbey: The Grand Finale. El exitoso drama, que cuenta con seis temporadas, cinco especiales navideños y una trilogía cinematográfica, ha dejado una huella imborrable en la televisión británica y global. Gareth Neame, productor ejecutivo de Carnival Films, asegura que este cierre representa “definitivamente el final” de la historia de los Crawley, aunque admite que un regreso en forma de reboot nunca puede ser completamente descartado.
Neame, cuya carrera en la televisión ya era destacada antes de Downton, señala que la serie fue clave para establecer un estándar de producción británica con proyección internacional. Según él, “No habría habido The Crown sin Downton y no habría habido Bridgerton sin Downton”. La serie no solo revolucionó la industria del entretenimiento en el Reino Unido, sino que también sentó un precedente para que otros dramas históricos alcanzaran éxito global, demostrando que la televisión británica podía competir con valores de producción hollywoodenses.
Además de la saga de los Crawley, Carnival Films ha seguido explorando historias de época con proyectos como The Gilded Age, centrada en la aristocracia estadounidense. Aunque esta serie comenzó con un ritmo más pausado que Downton Abbey, Neame destaca que ahora está ganando fuerza en HBO y atrayendo a una audiencia considerable, consolidándose como un digno sucesor espiritual que mantiene el interés en la dinámica de “arriba y abajo” de la alta sociedad.
A pesar del cierre definitivo, Neame deja un pequeño margen de posibilidad para futuros proyectos relacionados con Downton Abbey. “Es definitivamente el final y la pista está en el título. Pero me reservo el derecho a cambiar de opinión”, explica. Con un legado de premios, éxitos en taquilla y una influencia innegable en la televisión contemporánea, Downton Abbey no solo cierra un capítulo para los Crawley, sino que también sienta las bases para futuras producciones históricas de alto nivel, tanto en la pantalla pequeña como en el cine.