AMIA 30 AÑOS: Nuevas funciones de ‘La silla vacía’

Luego de un estreno emocionante, y de tres funciones que finalizaron con el público aplaudiendo de pie, el jueves 11 y el martes 16 de julio se volverá a poner en escena, en el auditorio de AMIA (Pasteur 633), “La silla vacía“.

Se trata de una novedosa producción teatral: cuatro actores que no son actores se suben al escenario para representar una parte de sus vidas, aquella que irrumpió brutalmente cuando la bomba que explotó en la AMIA, el 18 de julio de 1994, les arrebató a uno de sus seres queridos.

“La silla vacía” fue producida por AMIA, en el marco de los 30 años del atentado terrorista, y está dedicada a la memoria de las 85 víctimas fatales de la masacre.

La obra cuenta con la actuación de Hugo Basiglio, Jennifer Dubín, Adrián Furman y Alejandra Terranova, familiares de cuatro víctimas fatales. Adrián, a su vez, es una víctima sobreviviente del 18J.

Se trata de la primera vez que AMIA incursiona en las artes escénicas, en el marco de las acciones por la memoria y el reclamo de justicia que viene llevando adelante para denunciar, a través de diferentes iniciativas artísticas, la impunidad vigente en la causa y no permitir que el olvido se sume al poder destructivo que el terrorismo ocasionó.

La dramaturgia de la obra “La silla vacía” está basada en los testimonios de los cuatro familiares que ponen el cuerpo para ofrecer una puesta en escena que  transita la tristeza, la bronca, la nostalgia y, muy especialmente, el amor y el recuerdo hacia los seres queridos.

En palabras de Elio Kapszuk, director de Arte y Producción de AMIA, de donde surgió la idea, la propuesta teatral “es una experiencia íntima, única y genuina, que sólo puede ser generada desde el encuentro y el diálogo entre personas que han atravesado y siguen transitando el mismo dolor. Los testimonios de los protagonistas proponen, con valentía y autenticidad, un recorrido sobre cómo la vida se transforma y cómo se sigue en medio de la injusticia y la impunidad”, aseguró.

“La titulamos La silla vacía porque una silla vacía es un símbolo crucial de aquel que ya no está”, explica por su parte, la directora Sol Levinton. “En escena siempre hay una silla vacía, pero ni los actores ni el público pueden anticipar cuál va a ser. Porque la vida es así: impredecible, inesperada. No hay forma de pronosticar qué nos depara. No hay justificación para las personas que se convierten en víctimas, y nadie está exento de serlo”, expresó. “Pero, como decimos en la obra, una silla puede ser sólo una silla, y a veces puede ser mucho más.”

Las personas interesadas en reservar ubicaciones para las próximas funciones del jueves 11 y martes 16 de julio, a las 20, deben ingresar a este link.