La marca de moda juvenil American Eagle está celebrando los resultados de su campaña publicitaria con la actriz Sydney Sweeney, titulada “Sydney Sweeney has great jeans”. Pese a la controversia en redes sociales y el debate político que generó el juego de palabras entre genes y jeans, la estrategia fue un éxito rotundo: la colaboración de Sweeney se agotó en menos de una semana, con algunas prendas desapareciendo en tan solo 24 horas.
Según informó la compañía en su reporte trimestral, la campaña no solo generó un aumento en la adquisición de nuevos clientes, sino que también impulsó la imagen de la marca en medio de un mercado altamente competitivo. En apenas seis semanas, las acciones de American Eagle subieron un 25% en operaciones posteriores al cierre bursátil. Aunque los ingresos netos del trimestre (1.28 mil millones de dólares) bajaron 1% respecto al año pasado, la firma reportó un incremento del 2% en ganancias operativas y un alza del 15% en las utilidades por acción.
Además de la colaboración con Sweeney, American Eagle lanzó una nueva línea junto al jugador de los Kansas City Chiefs, Travis Kelce, en alianza con su marca Tru Kolors. El anuncio se dio justo después de que Kelce confirmara su compromiso con la cantante Taylor Swift, lo que amplificó aún más la visibilidad de la marca. Según la empresa, las campañas de Sweeney y Kelce acumulan ya más de 40 mil millones de impresiones a nivel global.
Si bien algunos críticos calificaron la publicidad de Sweeney como racista por el juego de palabras sobre genes, la polémica terminó amplificando su alcance. Incluso, el expresidente Donald Trump elogió los anuncios en su plataforma Truth Social, mientras figuras políticas republicanas los usaron como bandera contra la llamada “cultura de la cancelación”. Entre tanto, la compañía enfatizó que el tono de la campaña era ligero y humorístico, y que seguirá apostando por colaboraciones con celebridades para conectar con las nuevas generaciones.