En un mercado televisivo cada vez más desafiante, la compañía de medios estadounidense Fox Corp. ha demostrado una notable fortaleza. La empresa anunció que ha cerrado su temporada de venta publicitaria “upfront” (el período en que las cadenas venden por adelantado la mayor parte de su inventario publicitario) con un crecimiento de ingresos de dos dígitos por segundo año consecutivo.
Este sólido resultado disipa los temores de que la incertidumbre económica pudiera afectar gravemente al mercado publicitario, al menos para las compañías con una fuerte cartera de deportes en vivo. El principal motor del éxito de Fox fue precisamente su programación deportiva: la inversión de los anunciantes en sus transmisiones de la NFL y el béisbol de postemporada aumentó en un porcentaje de dos dígitos, superando los 2.000 millones de dólares.
Los otros dos pilares del crecimiento de Fox fueron su división de noticias, Fox News, y, de manera crucial, su plataforma de streaming. Tubi, el servicio de streaming gratuito y con publicidad de la compañía, vio un espectacular aumento del 35% en los compromisos de los anunciantes, confirmando el auge de este modelo de negocio.
El éxito de Fox contrasta con la tendencia general de la industria. En los últimos años, la inversión publicitaria en la televisión tradicional (tanto de aire como por cable) ha ido en descenso, mientras que el dinero destinado a las plataformas de streaming ha crecido exponencialmente. La estrategia de Fox, que combina la atracción masiva del deporte en vivo —uno de los pocos contenidos que aún congrega grandes audiencias en directo— con una fuerte apuesta por el streaming, ha demostrado ser la fórmula ganadora en el nuevo y competitivo ecosistema de los medios.