Por Santiago Bárcena
Gate of Hell (1953), de Teinosuke Kinugasa, fue proyectada en el 36° Festival Internacional de Mar del Plata como parte de la retrospectiva Machiko Kyō. Se trata de un film japonés que, aunque comienza aparentando narrar una serie de batallas épicas en la legendaria era de los samurai, se centra en realidad en una suerte de triángulo amoroso entre un samurai obsesionado, una dama de la corte, y su esposo.
La película podría leerse como anticuada en cuanto al rol de la mujer, puesto que el personaje de Machiko (casi) siempre actúa ya sea como víctima o espectadora paralizada de las pulsiones violentas y sexuales (muchas veces se nublan los límites entre ambas) de los hombres que la rodean. Sin embargo, es esta misma semi-ausencia de entidad la que recontextualiza la materia histórica del film, que podría tranquilamente pasar a tratarse de un comentario sobre esta misma inequidad de género.
La mujer vuelve a ser poco más que el centro atractor del hombre, tanto un imán como un recurso motor de la narración; sin embargo, y subrayado por su impactante final, Gate of Hell pareciera advertirnos sobre los peligros de la infatuación y glorificación desmedida de las personas, actuando tanto en el terreno de la tragedia, como la de la parábola, sin dejar en ningún momentos de acentuar las diferencias injustificadas en cuanto a posibilidades de género se trata.