Review Marianela y el cadáver por @ninaenwonderland
La poética frase “todos tenemos un muerto en el placard” cobra vida en esta película coming of age, el primer largometraje de Julia Vega, su tesis para recibirse de la facultad, una historia super tierna sobre una adolescente y su disfuncional familia.
Marianela le quiere confesar un secreto que le viene ocultando a su madre durante su fiesta de cumpleaños, pero entre todas las interrupciones familiares no logra hacerlo. Además de que tiene un problema más grande, encuentra un cadáver dentro de su armario.
Una historia sobre crecer y tomar distancia sana de lo que conocemos. Nela tiene muchos conflictos para relacionarse con su familia, le cuesta hablarles e incluso entenderles. Cuando descubre al zombie de su habitación, este no habla, pero sus expresiones comunican todo lo que necesita decir y Nela le entiende e incluso puede abrirse con él y decirle cosas que no le pudo decir a nadie más en su familia.
Con un tono cómico, la directora explicó que quería hacer una especie de crossover entre ‘Esperando la Carroza’ y ‘Beetlejuice’ y el film combina lo mejor de dos mundos, una película muy costumbrista argentina, con los personajes que todos podemos identificar, una madre absorbente, un tío cheto, una tía cornuda, un abuelo conservador, un ambiente familiar muy bien logrado desde la puesta en escena y los personajes. La historia se entremezcla con tintes del género fantástico que suman mucho a lo que se quiere contar. Cuando uno es adolescente, puede sentir que su propia realidad es ese muerto en el placard, algo con lo que carga y que no sabe cómo deshacerse de él más que prolongar la situación y escondiéndolo, pero quizás aunque las cosas parecen no avanzar para ningún lado, siempre hay un poquito de esperanza de que puedan terminar funcionando.
El uso del fantástico como una vía para explicar conflictos mucho más humanos me parece siempre un acierto y la mejor manera de llevar adelante el género y esta película no es la excepción. El cadáver logra ganarse el corazón del espectador pareciendo más vivo que las mismas personas con su entendimiento, escucha y empatía. Una metáfora que funciona muy bien con la película.
Julia explica que la hizo con el objetivo de sanar su relación con su madre y esa búsqueda personal suma mucho a la creación de la narrativa. Transformar el caos en arte es la manera más hermosa de trascender.
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