Esta crítica no contiene spoilers
A veces los reencuentros, además de ser inesperados, son una caricia al alma. El hecho de poder volverte a encontrar con gente la cual querías mucho pero perdiste el contacto, y aún así poder recibirse con alegría y entusiasmo, son cosas que muy pocas veces nos suceden como humanos. Pero, a veces, estos reencuentros pueden terminar siendo una “decepción” si nosotros esperábamos más.
Esto es lo que plantea Tiempo Perdido, el film de Francisco Novick y Natalio Pagés. La historia nos muestra a Agustín, un estudiante académico que vive en Noruega hace unos años y que está completamente obsesionado con su trabajo y sus estudios. Pero todo cambiará cuando vuelve a Buenos Aires para dar unas conferencias sobre su labor. Y es ahí mismo donde todo cambia.
Tiempo Perdido nos plantea la situación de que tan diferente se pueden llegar a ver las cosas luego de unos cuantos años de no verlas o incluso recordarlas. Nuestro protagonista se reencuentra con una de sus compañeras de la secundaria y con uno de sus profesores favoritos. Los reencuentros son bastante sorpresivos, emotivos, pero también hay cierto grado de incomodidad. Agustín no se siente tan cómodo como pensó que lo estaría y en base a las diferentes charlas que va teniendo con el pasar de los minutos se dará cuenta que es una persona incomprendida.. o quizás el no comprende a los demás.
La película está muy bien contada y muy bien narrada desde el guion, específicamente en la extensa conversión entre el ex alumno y el ex profesor. La fotografía también presenta un trabajo muy bien realizado. Las interpretaciones, sobre todo la del principal, Martin Slipak, se complementan muy bien entre todas ellas y potencian mucho más los diversos sentimientos y emociones que producen las dichas escenas. Pero, ¿Cómo se desglosa todo hacia el final del film?
Estaría entrando en terreno de spoilers y no es mi intención, pero el film logra transmitir la sensación de quedarse pensando luego de lo que uno vio (o lo que los personajes vivieron) en las respectivas escenas. Tomarse el tiempo para saber donde estamos parados, para ver como las cosas han cambiado y posteriormente tomar diferentes decisiones en consecuencia de lo inesperado, Tiempo Perdido lo plantea de 10 puntos.