Crítica de El poder del perro por Matias Sielecki
El poder del perro es de esos western que tiene todas las condiciones para dar y ser una gran película pero falla en el intento y no llega a ningún lado. Si bien la película cuenta una dirección de Jane Campion, que es excelente, una iluminación hermosa y un buen elenco, me da lástima que el film no halla llegado a buen puerto.
El problema viene del guión y de tomarlo como algo sagrado al que no se lo debe modificar ni durante el rodaje ni durante la post-producción, y esto lamentablemente se nota en El poder del perro. Hay muchas cosas que están de más dentro de la narrativa, que no aportan nada, y que incluso a algunas de ellas les falta desarrollo.
También sucede que varias de las propuestas que se presentan en la película quedan completamente en la nada y esto sinceramente es lo que mas me molesta, que no lleve a cabo ninguna de ellas. Podemos mencionar varias, sin la necesidad de entrar en spoilers, como por ejemplo el conflicto de hermanos, los valores antiguos contra los nuevos, el romance que pudo florecer en determinados personajes, entre otros.
Y lamentablemente sucede lo mismo con la resolución del conflicto, generando una sensación de que los diferentes motivos explicados en el final no se logran sostener por ningún lado. El poder del perro es un film que tenía todo para ganar y se queda a medias dejando un sabor a poco para los espectadores.