El Reino de Jordania ha lanzado un nuevo y ambicioso programa de incentivos para posicionarse como un destino de producción global de primer nivel. El plan consiste en un reembolso en efectivo de hasta el 45% de los gastos locales para las producciones cinematográficas, una de las ofertas más competitivas del mundo, diseñada para “superar en incentivos” a todos sus territorios rivales.
El programa no solo es atractivo financieramente —también incluye exenciones de impuestos que pueden elevar el ahorro total al 56%—, sino que cuenta con un respaldo al más alto nivel. La familia real de Jordania está directamente involucrada en el fomento de la industria del cine: el Príncipe Ali bin Al Hussein preside la Comisión Real de Cine (RFC) y el propio Rey Abdullah II es conocido por visitar los rodajes e incluso ayudar personalmente a las producciones.
Mohannad al-Bakri, director de la RFC, relató a la revista Variety una anécdota que ilustra este apoyo único: cuando una producción no podía hacer arrancar unos jeeps militares antiguos prestados por el palacio, el propio monarca “aterrizó en helicóptero, hizo un trompo rápido en una duna y dijo: ‘Así es como se conduce'”. El equipo, atónito, aplaudió. “Fue uno de esos momentos que solo ocurren en Jordania”, comentó al-Bakri.
Jordania ha sido durante mucho tiempo el escenario de grandes superproducciones de Hollywood como “Dune”, “Star Wars” y “Misión Rescate” (“The Martian”) gracias a sus espectaculares paisajes desérticos que han servido para recrear planetas lejanos. Con este nuevo y potente incentivo financiero, el país ahora no solo ofrece locaciones únicas, sino que se vuelve altamente “competitivo en precio”. El objetivo a largo plazo, según sus responsables, es convertirse en “la España o la Corea del Sur del mundo árabe” en términos de producción audiovisual, combinando sus experimentados equipos técnicos, sus paisajes y ahora, un apoyo económico sin igual.