La Sirenita ya llegó a los cines. La nueva película de acción real dirigida por Rob Marshall sigue la historia de Ariel, la joven sirena de espíritu aventurero que sueña con descubrir el mundo más allá del mar.
“«Under the Sea» es sin duda alguna el número de producción más ambicioso y difícil que Ron y yo hemos concebido” –dice el productor John DeLuca–.
Marshall está de acuerdo: “Con solo un actor real en todo el número de producción, lo primero que pensé fue, «¿Qué hubiese hecho Walt Disney?» Inmediatamente pensé en la manera en la que Disney encaró la secuencia de danza «Nutcracker Suite» para la película FANTASÍA, y recordé que había llevado la compañía de ballet los Ballets Rusos a los estudios de Disney en Anaheim, de manera que los artistas pudieran usar sus movimientos como base para lo que bailan las flores, los hongos y los copos de nieve”.
Y continúa diciendo: “Inmediatamente pensé en la Alvin Ailey Foundation y me pareció que esos bailarines increíbles serían perfectos para representar la compleja coreografía y para ubicarse en los lugares de todas las extraordinarias criaturas marinas”.
Marshall y DeLuca trabajaron con el coreógrafo Joey Pizzi (Chicago, EL REGRESO DE MARY POPPINS) y la coreógrafa Tara Nicole Hughes (EL REGRESO DE MARY POPPINS) para determinar qué criaturas marinas se prestarían mejor para la danza. DeLuca dice: “La verdad es que ya hay un «ballet» que se está bailando bajo el mar en este preciso instante”.
Finalmente, los bailarines de la Alvin Ailey Foundation viajaron para comenzar a trabajar en el gran espacio de ensayo de Pinewood Studios en Londres, en donde Pizzi y Hughes comenzaron a coreografiar pasos de danza específicos para cada especie. Las criaturas que se eligieron fueron, entre otras, lirios de mar, lapas, peces golondrina, anguilas listón azul, tortugas marinas, pulpos miméticos, políclados y medusas iridiscentes.
“Comenzamos con guiones gráficos, luego pasamos a las animáticas y luego a las previsualizaciones –explica Marshall–. Fue el proceso de diseño de un número de producción más complicado que hicimos en la vida”.
Con la extraordinaria ayuda del supervisor de efectos visuales Tim Burke y el montajista Wyatt Smith, tardaron dos años en completar la secuencia, con cientos de artistas de todas partes del mundo colaborando para dar gloriosa vida al número.
“Hay un plano de la secuencia que tiene más de 500 criaturas juntas en un solo fotograma – explica Marshall–. Claro que todo tiene que parecer fácil y sin esfuerzo, pero créeme, fue un esfuerzo hercúleo de parte de todos los que estuvieron involucrados. Y debo decir, el resultado final es bastante espectacular”.