Chip se conforma con pasar sus días en los somnolientos confines del refugio de animales Tailhuggers de Metrópolis, aterrorizado por la vida y agradecido por la seguridad de una fría jaula de acero. Pero cuando su amado santuario recibe un ataque repentino, esta asustadiza ardilla adquiere el poder de disparar rayos de sus pezuñas. Ahora el reticente héroe debe superar sus miedos —y encontrar la voluntad de poder— para ayudar a salvar a la Liga de la Justicia.
El personaje resultó ser uno de los favoritos del director, Jared Stern. “¡Me encanta Chip!”, afirma. “Sus globos oculares van como en tres direcciones diferentes —que, en realidad, está basado en mi perro— que se parece un poco al actor Marty Feldman de ‘El joven Frankenstein’. Al diseñar a Chip, nos gustó la idea de que nunca se pudiera saber hacia dónde miraba. También tiene miedo hasta de su sombra; es al que más quieres ver convertido en un héroe, porque es emocionante ver que finalmente se empodera”.
El actor Diego Luna asumió el papel en la versión original en inglés, comentando su experiencia:
“Me gusta el proceso de hacer películas de animación, dar voz a los personajes simplemente volviéndome loco y divirtiéndome delante del micrófono. Fue muy divertido interpretar a Chip, porque está lleno de contradicciones y no tiene filtro: es un superhéroe, pero al mismo tiempo le asusta todo y tiende a pensar como si lo peor pudiera pasar en cualquier segundo. Si existe la posibilidad de que algo salga mal, está seguro de que así será y lo dice. Incluso una vez que consigue estos increíbles poderes eléctricos, tiene problemas para controlarlos; incluso el más mínimo movimiento puede crear mucho daño. Su viaje no consiste en dejar de sentir miedo, sino en aprender a controlarlo para conseguir aquello por lo que lucha”.
“Diego Luna estuvo fantástico como Chip”, afirma Stern. “Creo que va a ser una sorpresa para la gente, porque a menudo interpreta a un tipo heroico o a un tipo pícaro, así que verle interpretar a nuestra ardilla asustadiza fue bastante genial”.
Además de la diversión, Luna aprecia el mensaje de la película, uno que los humanos observadores de la vida real podrían aprender cada día. “En la película, vemos a estos animales comportarse como deberíamos hacerlo nosotros, dándonos las lecciones que necesitamos sobre el trabajo en equipo, sobre la ayuda a los demás, sobre estar ahí para tus amigos y sobre tener convicciones. Estas supermascotas saben por lo que luchan y lo que está bien y lo que está mal, y están comprometidas con ello”.