Crítica por Federico Martín Vargas
Pensar tanto hace mal. En cuestión de un minuto Valentina Rosso nos trae un cortometraje que vale la pena ver, donde lo habitual y cotidiano del ser humano entran en juego: el pensamiento de absolutamente todo lo que nos rodea. El cuestionamiento de lo que vivimos, de lo que sentimos y no decimos y de lo que decimos sin pensar, que forman parte de nuestra personalidad y de nuestros pensamientos en el día a día, son el punto de acierto en esta producción de un minuto.