Reseña de Híbridos Transmutables por @javiercarrizo_cine
La obra de danza performática, tiene su consecuente reestreno, luego de que su directora e intérprete Romina Nuñez, junto a su compositor musical Nicolás Bravo, obtuvieran los premios a la mejor coreografía y a la mejor música respectivamente, del Concurso Nacional de la Música, el Sonido y la Coreografía a la Escena, de la Sociedad General de Autores de la Argentina, más conocida como Argentores.
La galardonada creación que en esta ocasión tiene lugar en el bellísimo espacio a cielo abierto, Estudio 2EC Arquitectos, Hernandarias 623, en el barrio porteño de La Boca, es una inmersiva instalación performática, que indaga en la convivencia de cuerpos orgánicos e inorgánicos.
Según su propia autora, esta propuesta artística investiga las relaciones entre lo orgánico y lo inorgánico, desdibujando las fronteras materiales y presentando una realidad ambigua. A medida que la obra avanza, las criaturas representadas se transforman en organismos cibernéticos, introduciendo al espectador en un espacio de incertidumbre que desafía la percepción. Los cuerpos expandidos que emergen de estas fusiones ofrecen una reflexión sobre la distorsión de la materialidad, y el caos que genera la indefinición desde el entendimiento racional.
Ahora bien, es posible detectar sustanciales diferencias entre la exposición anterior y este reestreno. En primer lugar la experiencia de la segunda vez, que consolida el lenguaje y su forma en un todo conceptualizable que explota las condiciones de su potencialidad ecléctica, y por otra parte, el entorno al aire libre que le quita las aspiraciones claustrofóbicas del espacio cerrado, sin liberar al espectador de eso que lo involucra cual parte de aquello que transcurre en la creación.
Esa acción que adquiere el efecto del producto, encuentra en el intersticio entre lo viviente y lo inanimado, la problemática que subyuga entre ficción y realidad. El amorfo movimiento se acostumbra al mundo material, y el desplazamiento halla en su propio tráfico al ser organizado que se amolda al fragmento de la sustantividad.
Pero esa objetividad varía hacia la ciencia de los sistemas de control y comunicación basados en la retroalimentación, soportados o impulsados por la computación, particularmente en su relación con los seres vivos y el ser humano.
Es allí cuando surge la misma pregunta ¿Qué es realidad y qué es ficción? ¿Cuánto de seres humanos existe en esos organismos cibernéticos?, y ¿Qué porcentaje de informática existe en esa hibridez que se sugiere como transmutable?
De menor a mayor, el arco dramático desplaza a las ciborgs por la explanada que el escenario les prepara, desde un incipiente despertar que conlleva el reconocimiento de los otros organismos, la identificación de los factores abióticos, y también de los entes con células vegetales. De esa manera, lo que se transforma de una cosa en otra, comprende el proceso de aclimatación de un nuevo despertar que surge en el capullo, para percibir el espacio y nutrirse por todo eso de lo que se rodean.
La aleccionadora obra de Romina Nuñez, interpretada también por Antonella Montervino y Soledad Torrekens, tiene cita los próximos viernes 22 y 29 de Noviembre, con una última presentación el viernes 6 de Diciembre, siempre a las 20hs (puntual), en el imperdible sitio del cual ya he hecho referencia.
Junto a Con Pochoclos recomendamos enfáticamente esta pieza, que surge desde la preocupación por la creación de un genuino trabajo, que puede sorprender a públicos de todas las edades, en pos de conciliar un efecto reflexivo, a partir de la inclusión del espectador en la misma.
Las entradas pueden conseguirse en la puerta del Estudio 2EC Arquitectos minutos antes de cada función, o desde Alternativa Teatral.
Más información en: https://www.alternativateatral.com/obra89932-hibridos-transmutables#
FICHA TÉCNICO ARTÍSTICA
Idea: Romina Nuñez
Intérpretes: Antonella Montervino, Romina Nuñez, Soledad Torrekens
Música original: Nicolás Bravo
Diseño De Iluminación: José Castillo
Asistencia técnica: Pablo Juan Soto
Coreografía: Romina Nuñez
Dirección general: Romina Nuñez
Duración: 55 minutos
Clasificaciones: Teatro, Presencial, Adultos