Crítica por Federico Vargas
Bienvenidos al infierno es el cuarto largometraje de Jimena Monteoliva, que forma parte de la sección Nocturna de esta nueva edición del BAFICI. Protagonizan Constanza Cardillo, Demián Salomón, Marta Lubos, entre otros.
Bienvenidos al infierno es una película sólida por parte de Monteoliva, con una trama bastante sencilla para entrar en sintonía pero que está bien estructurada y bien explicada de principio a fin, teniendo como eje central el terror y sus respectivas herramientas para poder potenciar mucho más la historia que se nos va contando con el correr de los minutos. Puede que se tarde un poco en arrancar, pero cuando empieza, nos termina dejando con ganas de más y más.
A esto se le puede sumar las actuaciones de Constanza Cardillo (interpretando a Lucia), quien es la principal víctima de toda la problemática iniciada por el personaje de Demián Salomón (Cristian/Monje Negro), otro que también nos ofrece una grandísima actuación. De hecho, ellos dos son los que más química tienen en pantalla y también los más desarrollados. La realidad es que con los secundarios no podemos decir mucho, aunque eso no signifique que no aporten lo que necesita la historia en ciertos momentos. Funcionan, pero no mucho más.
Otro punto a destacar es que la película de Monteoliva por momentos es muy frenética, que esto además se va agrandando con la buena utilización de la banda sonora, en gran medida heavy metal, que va acorde también a la presentación de varios personajes y cómo se terminarán relacionando.
Sin dudas Bienvenidos al Infierno tiene puntos muy fuertes, argumentativa y técnicamente hablando, logrando un buen interés en ella y que no sea complicada de digerir. No necesariamente es un largometraje perfecto porque quizás hay detalles o momentos que quedan fuera de lugar, pero sin dudas se disfruta y se siente como algo potente entre las últimas producciones que veníamos teniendo en nuestro país.