Crítica por Federico Vargas
Oink es una película que cuenta la historia de Babs, una niña de 9 años, y la llegada de un cerdito llamado Oink que cambiará su vida y la de todos en su familia hasta que las cosas empiezan a complicarse de manera inesperada.
Mascha Halberstad dirige esta película animada hecha en Stop Motion, cuyo público claramente va dirigido a toda la familia, sobre todo a los más pequeños. De cierta manera, esta película me hace acordar a Babe, el chanchito valiente. Y si bien acá pasa algo parecido, el argumento es otro. Halberstad consigue que Oink sea divertida, entretenida y que sus 77 minutos de duración se pasen bastante rápido.
Al ser una película divertida, también se han tomado el tiempo para que todos los personajes involucrados en la historia tengan su momento, algunos incluso más que otros, pero ninguno queda sin conseguir una carcajada para el espectador. Además, Oink trata de no recurrir al “chiste fácil” que se suele utilizar mucho en animaciones para niños. En este caso, Oink sabe utilizar bien a los personajes para saber marcar una diferencia entre los que harán chistes sencillos y los que captarán la atención de espectadores un poco más grandes.
Siendo una bella historia de la amistad y el amor puro de una niña con su mascota (aunque sea un cerdito), Oink es una gran película para disfrutar en familia, con mucha emoción, chistes y diversión 100% asegurada de principio a fin.