La animación colombiana está viviendo un momento de auge creativo, impulsada por una nueva generación de talentos que están contando historias con una fuerte carga social, mitologías ancestrales y una identidad propia. Esta energía se ha hecho visible en la selección de proyectos del Bogotá Audiovisual Market (BAM), el evento de industria más importante del país, que se celebra del 14 al 18 de julio.
La tendencia es clara: los nuevos proyectos se alejan de las narrativas convencionales para centrarse en la identidad afro-colombiana, las cosmovisiones indígenas y el activismo ecológico, entre otros temas. La selección de proyectos en desarrollo es un reflejo de esta nueva energía creativa, tal como publicó el portal Variety. Esta selección incluye la aventura de fantasía “Berenice y los Moravitas”, sobre una niña afrocolombiana que desciende de diosas guerreras; el drama social rotoscopiado “Verde”, ambientado en los manglares de Colombia; la serie infantil “Corazón Animal”, sobre migración e identidad; la comedia “Negrites”, que explora la fluidez de género en una metrópolis de animales; y la sátira ecologista “Sacha”, protagonizada por un espíritu amazónico.
Este impulso creativo está respaldado por un creciente apoyo gubernamental y un importante reconocimiento en el circuito internacional. Muchos de estos proyectos ya han sido seleccionados y premiados en prestigiosos foros de la industria como el MIFA de Annecy (Francia), los Premios Quirino (España) y la sección Animation! de Ventana Sur (Argentina), posicionando a los creadores colombianos como jugadores clave en la escena de la animación latinoamericana.
Con el trabajo de productoras consolidadas como Samsa y La Banda del Sur, y de cineastas de renombre como Marcela Rincón (directora de la aclamada “El Libro de Lila”), la animación colombiana está forjando un camino propio, con historias que buscan romper con los estereotipos y ofrecer una mirada más profunda y diversa de su realidad. “Colombia ha sido durante mucho tiempo un país donde los pueblos indígenas han sido sistemáticamente borrados o reducidos a figuras estereotipadas”, afirma el director Mauricio Acosta, cuyo proyecto “Barbed Wires” busca ser “un acto de auto-representación”.