Así fueron las habilidades extremas de Tom Cruise en ‘Misión Imposible: Sentencia Mortal – Parte Uno’

La lista de habilidades que Tom Cruise ha acumulado durante sus cuatro décadas de realización cinematográfica y establecimiento de nuevos estándares en el cine es amplia y asombrosa. Volando desde 1994, las licencias que ha obtenido incluyen certificados como piloto comercial para aviones de ala fija monomotor y multimotor, además de estar clasificado en instrumentos, pues se entrenó para volar Pitts, Yaks, Stearmans y muchos otros aviones, además es piloto clasificado para HondaJet.

También está autorizado para volar aviones experimentales, como el jet Albatross L39 y el N-P51 Mustang (él tiene su propio P51D Mustang y tiene amplia capacitación en acrobacia), es Miembro Vitalicio #2524 del Escuadrón Conmemorativo Air Force Ghost, además de Amigo de Vuelo Honorario de Viper Flyer del 36º Escuadrón de Combate. Él se enorgullece en ser una de las sólo 34 personas en la historia estadounidense en ser nombrado Aviador Naval de Estados Unidos honorario.

Otros logros aéreos de Cruise incluyen convertirse en piloto comercialmente certificado para la aeronave Rotorcraft-Helicopter, pues vuela helicópteros tanto de monomotor como de multimotor en Estados Unidos, el Reino Unido, Europa, Noruega, Sudáfrica y los EAU. Él tiene aval para aterrizajes y operaciones en gran altitud, su certificado para volar en montañas, ha aterrizado en áreas montañosas confinadas, en arrecifes y en nieve profunda, además tiene entrenamiento en acrobacias en helicóptero.   

Ha practicado paracaidismo desde 1989, por lo que Cruise obtuvo su Licencia Nacional de Paracaidista, está capacitado en wing-walking; es un experto piloto de acrobacias y piloto de motocicleta (en carretera y fuera de ellas, para que conste), ha participado en carreras profesionales, además es un Buzo Avanzado certificado por Nitrox y un experto buzo libre.

Para Sentencia Mortal – Parte Uno, Cruise añadió a sus ya sorprendentes reconocimientos el establecimiento del récord para la mayoría de saltos desde un acantilado en una motocicleta, además de que está capacitado y competente en salto BASE (el deporte recreativo de saltar desde objetos fijos usando un paracaídas para descender de manera segura a tierra) (BASE es un acrónimo que representa cuatro categorías de objetos fijos desde los que una persona puede saltar: Edificios, Antenas, es decir, Mástiles de Radio, Puentes y Arrecifes). Todo esto en nombre del arte y de su público.

Pegg, un buen amigo de Cruise, que se encontraba en el set el día que su colega saltó en motocicleta por esta montaña, recuerda vívidamente el terror de observar esto indefenso. Además, añade, nunca olvidará la rima que él y el equipo suelen decir para mantenerse animados, sin importar el gran estrés que soporten. “En el día, cuando esto ocurre, simplemente esperas oír ‘buen dosel’”, comenta Pegg. “Esto se debe a que, ‘Si no escuchas eso, entonces Tom puede fallar’”.  

En total, la secuencia requirió 15 meses de preparación y Cruise practicó 536 saltos para lograr la velocidad. Además de su entrenamiento continuo como paracaidista avanzado y practicar sus habilidades, debe salir del avión en ángulos peligrosos para aprender a corregir su posición en el aire, cuando la acrobacia desciende.

Como explica Miles Daisher, instructor de salto BASE de Cruise: “El salto BASE es una práctica totalmente distinta al paracaidismo. Es como lanzarte en paracaídas con esteroides. Con el paracaidismo tienes tiempo para pensar. Pero con el salto BASE simplemente reaccionas, así que necesitábamos que él fuera capaz de reaccionar ante cada situación diferente”. Para el contexto, para el salto HALO que Cruise realizó en Fallout, el paracaídas se abrió en el rango de 1000-2000 pies. En un salto BASE, esto ocurre a 500-600 pies. 

Al final, en palabras de Allan Hewitt, el oficial de seguridad del lanzamiento en paracaídas y coordinador de paracaidismo de la producción, Cruise terminó realizando más saltos en paracaídas “que la mayorías de las personas cuando entrenan para los Campeonatos Mundiales”. 

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Para su entrenamiento en motocicleta, el equipo construyó una pista de motocross en una cantera en las afueras de Wallingford en Oxfordshire, equipada con una zona de saltos y aterrizaje. En la cantera se excavó un agujero de 100 x 20 x 4 metros y después se llenó con 20,000 cajas de cartón, para proteger a la motocicleta contra el impacto. Durante meses, la rutina diaria de Cruise incluía saltos en paracaídas por la mañana, seguidos por entrenamiento y saltos de motocross en una réplica de la rampa por la tarde. 

Se utilizaron modelos de distintas rampas en diferentes ángulos para calcular su trayectoria, mientras un chip de GPS registraba todos los saltos realizados por Cruise, además de calcular la forma en que el clima, incluyendo vientos de costado, vientos frontales y velocidad en tierra, impactaba la altura y longitud de su vuelo a través del aire, para registrar un conjunto de datos consistentes y precisos con el fin de saber dónde colocar las cámaras. Después de un cálculo cuidadoso, se construyó una rampa de 135 metros de largo y 10.8 metros de altura en su punto de salida, pero alarmante de sólo tres metros de ancho.  

“Debía ser tan bueno en esto que no hubiera oportunidad de perder mis marcas”, afirma Tom Cruise. “Hicimos pruebas de todo. No dejo nada al azar. Cada vez que dejamos cosas al azar algún día, ocurren errores. Por eso, somos meticulosos con los detalles en lo relativo a entrenar y hacer pruebas. La Honda de Cruise se ajustó a 300cc, una máquina motocross de clase mundial con torque y potencia adicional, lo cual le dio un control crucial mientras bajaba la rampa tan estrecha a toda velocidad, donde tenía un muy pequeño margen de error.”

Pero, con todas sus actualizaciones, a la Honda le faltaba un equipo aparentemente crítico: Un velocímetro. “Los drones [que filmaban la secuencia] debían estar sincronizados conmigo”, explica Cruise. “Yo debía establecer una cierta velocidad y mantenerla. Pero no tenía velocímetro en la moto, pues no podía mirar hacia abajo. Lo que miras es hacia a dónde vas, así que debía ver únicamente el final de la rampa. Era tan estrecha que si miraba hacia abajo para ver la velocidad en mi recorrido, un error hubiera significado salirme de la rampa y matarme”.

Cruise descubrió la solución de la misma forma en que ha superado muchos otros obstáculos que a menudo dificultaban la secuencia de esta escala en su pasada infancia. “Todo se trata de entrenar, entrenar, entrenar”, afirma. “Cuando manejas hacia abajo en esa rampa, puedes sentir las moléculas sobre tu cuerpo y sentir la velocidad y el ritmo de la motocicleta. Tuve que entrenar hasta el punto en que entendí la velocidad a la que viajaba por el sonido de la moto y la sensación de las moléculas que se movían sobre mi cuerpo”.

Para filmar la acrobacia en el sitio, no encontramos algo adecuado en Italia y Francia, así que la producción acudió a un lugar en la montaña Helsetopken, conocido localmente como El Muro del Troll. Después de explorarlo cinco veces, el coordinador de acrobacias Wade Eastwood, consideró que El Muro del Troll tenía todo lo que buscaban: Era bastante alto, pero con un risco casi vertical para minimizar el riesgo de que Cruise lo golpeara en su descenso.

“No se trata sólo de la acrobacia, también de la narración de la historia”, comenta Eastwood. “Necesitábamos bastante altura para que durante la salida de Tom desde la cima, el público pudiera estar junto a él, con sus corazones en la boca. Fue muy difícil encontrar algo que nos diera las posibilidades visuales para narrar la historia, además de ser una locación de acción dinámica”.

Una vez encontrado el sitio, el equipo de construcción, dirigido por Mike O’Shea, tuvo que recrear una versión de la rampa que midieron en la cantera del Reino Unido, pero esta vez en la lateral de una montaña, donde la única forma de transportar materiales era por helicóptero. Debido a que la rampa en Noruega tenía que ser incluso más larga que la del Reino Unido (ahora, debido a lo específico de la locación, se registró de 203 metros de largo y de 17.5 metros de alto en su punto de salida, pero aún con apenas tres metros de ancho), O’Shea y su equipo tuvieron que mover un total de 280 toneladas de equipo, en 450 viajes en helicóptero. Las tormentas de nieve y los vientos de 100 mph no ayudaron exactamente.

“Los primeros cuatro días nos aniquiló absolutamente el clima”, recuerda O’Shea. “Los siguientes dos días estuvimos ahí arriba durante ocho horas al día, y la nieve soplaba horizontalmente”. De algún modo, su equipo de 15 personas completó la construcción de la rampa en sólo 10 días.

“Entrenar para la acrobacia y después construir la rampa es apenas uno de los retos técnicos, sin embargo”, dice con precaución McQuarrie. “La otra dificultad es poner la cámara en un lugar donde puedas ver lo que está haciendo Tom realmente”.

El reto final, que no es poco considerable, consistía en asegurar que no se perdiera el pietaje de la secuencia en la caída de 4,000 pies hasta el suelo. 

Esta posibilidad era una preocupación genuina cada vez que se filmaba la secuencia. En caso de que un dron se estrellara, o la cámara integrada en la motocicleta se destruyera al golpear el suelo, el pietaje podría desaparecer. “Dos semanas antes de la filmación, nos dimos cuenta de que todo esto podría suceder, estrellar la cámara y perder los datos. Si destruíamos la cámara, perdíamos la toma”, afirma Cruise.

Para asegurar que esto no ocurriera, la producción diseñó un sistema en el cual las cámaras en la motocicleta se podrían desconectar después de que Cruise se separara de ella. La solución podría garantizar la existencia del pietaje. 

El día de la filmación misma, los realizadores cinematográficos tuvieron una ventana de buen clima para capturar las tomas. O, al menos, pensaron que era así. “Originalmente queríamos que el clima fuera absolutamente claro para filmar la secuencia”, dice McQuarrie. “Después, descubrimos que si era demasiado claro, podríamos perder de vista a Tom momentos después de que saliera de la rampa, simplemente se podría desvanecer en el paisaje que estaba abajo. En realidad necesitábamos la cantidad correcta de cobertura de nubes, debía tener cierta neblina, pero no estar brumoso. Era una receta muy delicada”.

Sobre la rampa, Cruise era consciente de los riesgos que afrontaba, pero también estaba seguro de su necesidad. “Estamos haciendo una Misión Imposible. Yo sabía lo que eso significa”, continúa. “Estábamos ahí afuera, en medio de la pandemia, y dijimos, ‘No vamos a detenernos. Estamos haciendo todo lo posible por nuestra industria’. Yo sabía lo importante que era el hecho de que Misión había obtenido el permiso de avanzar y filmar en otro país. Y sentíamos esa responsabilidad. Era un compromiso absoluto. Y debemos hacer esto juntos”.

En los momentos anteriores a realizar el salto, Cruise se enfocó en no hablar en absoluto. “No me acerqué al equipo hasta que aterricé, pues no deseaba recibir el nerviosismo de alguien más”, explica. “Las personas no saben qué decir antes de que realices algo semejante. En este punto, sería simplemente como otro día en la oficina”. Después, le dio a McQuarrie un rápido abrazo, montó en la motocicleta y arrancó el motor.

Cruise dice ahora que no recuerda mucho de ese descenso de 203 metros por la rampa. Estaba demasiado enfocado en el horizonte, y en mantener su motocicleta en movimiento. Pero, cuando finalmente salió de la rampa, muchas cosas pasaron por su mente. 

“Cuando salió de ese acantilado, debía abrir su paracaídas en seis segundos”, dice Hewitt. “Si fallaba en abrir su paracaídas en seis segundos, tenía dos segundos antes de golpear la pared rocosa. Así de escaso era el tiempo”.

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Entre las cosas que Cruise tenía en mente, era el dron principal y la necesidad de mantener su velocidad con éste, para mantenerse a sí mismo dentro del cuadro. También había traicioneros vientos de costado que podían sacarlo de curso. Y al abandonar la motocicleta, los cordones que tenía se podrían enredar mientras trataba de desecharlos. 

En tierra, los nervios eran terribles. “Siempre es extremadamente aterrador”, dice Pegg, que acudió otra vez para observar a Cruise mientras trabajaba su magia. “Sin importar todo lo que Tom entrene, siempre hay la posibilidad de que algo salga mal, o que circunstancias impredecibles causen un error. Todos estábamos muertos de miedo”. 

En el aire, sin embargo, una extraña clase de serenidad se estableció. “Cuando veo estas secuencias posteriormente en la pantalla, las cosas ocurren muy rápido”, dice Cruise. “Pero cuando las realizo, en el momento, es como si las cosas fueran en cámara lenta. Es como si el tiempo se expandiera. Todo se siente en cámara lenta, es como si pudiera ver las cosas antes de que ocurran y pudiera evitar los errores. He leído historias acerca de cómo los jugadores de béisbol pueden ver la costura de una pelota cuando se acerca a ellos, y puedes saber si va a ser un home run incluso antes de golpearla. Muchos de mis amigos son atletas, y hablan acerca de esto, acerca de lo que ocurre con el tiempo en ese momento”.

En cierto punto, afirma Cruise, simplemente aprendes a anticiparte. “Cuando haces algo por primera vez, todo parece que ocurre muy rápido. Pero entre más practicas, más hábil te vuelves para ver esto. Súbitamente, eres capaz de hacer las cosas. Todo se trata de construir tu habilidad, de aumentar tu competencia”. Aquí está esta palabra otra vez.

La competencia es crítica cuando se refiere a Cruise. “Es por lo que he trabajado durante toda mi vida”, afirma él. “No importa lo que haga, ya sea que actúe o produzca, vuele un avión cerca del suelo a 300 millas por hora, haga una pelea de espadas, corra, maneje un auto en el tráfico o salte por un acantilado en motocicleta, siempre deseo asegurar que soy competente en todo lo que hago”. 

Es justo decir que Cruise ha tenido éxito en su objetivo. En lo relativo al salto en motocicleta, su entrenador de acrobacias, Jon Devore lo estudió en las cámaras y lo resumió sucintamente. “Fue perfecto”, declaró Devore. “No podías hacer algo mejor”.

Después de aterrizar tras el épico salto en motocicleta, Cruise elevó la apuesta con otro increíble salto de acrobacia en la película. Una escena fundamental en la película encuentra a Ethan en una situación donde su única salida es, otra vez, saltar. Sin embargo, esto no es tan sencillo.

“Hemos hecho varias Misiones juntos, y gran cantidad de acrobacias. Pero esto es diferente a cualquier otra cosa que haya hecho antes”, comentó Cruise para preparar a su equipo antes de realizar una de las acrobacias más peligrosas que se hayan captado en una película: Speedflying.

Practicado por muy pocas personas en el mundo, el deporte de speedflying implica lanzarse a pie para deslizarse por las laderas montañosas. Es similar al paragliding, sin embargo, se realiza con un toldo muy pequeño, o ala, como se le llama. 

“El speedflying es uno de los deportes más peligrosos en el mundo, y es algo que hemos explorado durante bastante tiempo”, comparte McQuarrie. “Una de las cosas particularmente peligrosas acerca del speedflying es la proximidad al suelo desde tu lanzamiento. Y otro problema es el riesgo de que el toldo pueda colapsar. Es muy impredecible”.

Para la escena, explica Cruise, “Deseaba dar a los espectadores la sensación de volar”. Él entrenó durante tres años para la acrobacia de speedfly, y aterrizó en velocidades superiores a 80 kph durante la toma en Lake Valley, Reino Unido. 

“Tom entrenó en varios países durante tres años, y aprendió diferentes terrenos, distintas técnicas y la forma de calibrar el viento, así como la manera de interactuar con el suelo para ser lo más preciso posible humanamente”, dice McQuarrie.

Como siempre, la captura añade otro elemento complejo para realizar la acrobacia, debido a que la naturaleza delicada y dinámica del vuelo en speedflying implica que no sólo el clima debe ser perfecto, pero también el equipo debía descifrar la manera de estar suficientemente cerca de Cruise para filmarlo en el aire, mientras él maniobraba muy cerca de las rocas en el borde del precipicio. Un helicóptero o dron tradicional no podía acercarse lo suficiente a Cruise, así que el equipo tuvo que desarrollar un aparejo nivelador que pudiera perseguirlo mientras volaba.

McQuarrie explica, “Cuando haces una película de acción, el reto normalmente es ocultar el hecho de que tu actor no realiza realmente la acrobacia y es un doble el que lo hace. Pero es lo contrario para Misión Imposible. Tenemos un actor que realiza sus propias acrobacias y constantemente tratamos de desarrollar tecnologías para mostrarlo mientras lo hace. Y con el speedflying esto fue un reto extremadamente difícil”.

“No puedo esperar a que el público vea esto”, Cruise afirma mientras sonríe ante este pensamiento.

Fuente: Paramount Pictures