[REVIEW] ‘Lilo y Stitch’ (2025)

Review de ‘Lilo y Stitch’ por @javiercarrizo_cine

Veintitrés años después de la pieza original, Disney presenta la remake de acción real de Lilo y Stitch, la película sobre el escandaloso alienígena que en el momento de su aparición en el cine, se burlaba de sus antecesores de la compañía, como método para que el público se interesara en la producción. 

El nuevo original es una versión que conserva los lineamientos generales de la primera entrega, respecto al contexto en el que se desarrolla, al advenimiento del travieso extraterrestre a la Tierra, y de los personajes principales que rodean al recién llegado a nuestro planeta. De todas formas la adaptación no es tan fiel como lo que puede interpretarse por medio de lo que reflexiona este pasaje, y ni la remake ni la inicial, son tan buenas como para justificar la cantidad de merchandising que existe en relación a la figura alrededor del mundo. Y he aquí la principal hipótesis del fenómeno: no importa la calidad del suceso cinematográfico, sino cuan rentable sea el producto.

Lo más avasallante de todo, es que en esa modalidad contemporánea que circundan los contenidos de Disney, el concepto de “para toda la familia”, se presenta cada vez más alterado en sus últimos films, y Lilo y Stitch (2025), no es inherente a esa regla. No se ausentan las figuras con construcciones psicológicas estúpidas (como en una herencia posmoderna del bobo en el melodrama y de Ace Ventura y/o Tonto y Retonto), pero tampoco el hecho trágico en el material para niños/as, en el que la compañía incursiona desde al menos una década.

En un comienzo que jamás sería posible sin la existencia previa del universo Star Wars (es realmente muy elocuente la referencia), Stitch logra huir hacia la Tierra perseguido por miembros de la Federación (no son adeptos ni a Juan Manuel de Rosas, ni al Imperio comandado por Darth Vader), para dar con la pequeña Lilo (una niña que desea fervientemente tener un amigo) y su hermana Nani, una familia de chicas hawaianas huérfanas. Nani hace lo imposible por mantener la tenencia de Lilo, ya que su inestable posición económica le impide demostrarle a la asistente social estatal, que sí puede encargarse de la misma.

Pero hay algo que no ha sido descripto aún, y que probablemente sea la más grande diferencia que mantiene esta remake con la versión primeriza: el lenguaje que se acopla a la revoltosa psicología del extraterrestre, obtiene como resultado un montaje frenético que además moviliza a su sucedáneo interno, en una caótica y agotadora experiencia, que otorga un suspiro con la llegada del dramatismo. O sea, el morbo implica un momento de paz, cuando las instancias alcanzan una mayor pizca de tristeza.

De la tierna y enternecedora película inaugural queda solo un moderado pastiche, que excluye a los principales motivos que llevaron a la producción del 2002, a convertirse en un inesperado gran éxito. 

¡MIRA EL TRÁILER!